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Introducción

Un ser vivo es aquel que nace, crece, se reproduce y muere.

En algún momento de nuestra experiencia educativa, probablemente nos vimos enfrentados a esta explicación tradicional de la vida: Nacer, crecer, reproducirse y morir.

La vida es diversa, y así nos mostró Darwin, abriendo un programa de investigación muy fructífero para entender esta característica de la vida. Su teoría sobre la evolución cómo el efecto del ambiente en el desarrollo de una especie, asentada en la cultura actual de la humanidad, sentó las bases para el desarrollo de ciencia muy interesante.

Publicado originalmente en 1972 por los doctores Francisco Varela y Humberto Maturana, el libro “De máquinas y seres vivos” trata sobre una nueva perspectiva sobre la organización de lo vivo a través de la autopoiesis. Esta obra no sólo ha influenciado la biología, sino que también ha extendido su alcance hacia la filosofía y la teoría de sistemas, ofreciendo perspectivas revolucionarias sobre cómo entendemos la organización y la dinámica de los seres vivos.

Con esta nueva perspectiva de la esencia de lo vivo, en conjunto a nuevas explicaciones de los fenómenos biológicos basados en la auto-generación, crean el núcleo central del programa de investigación autopoiética, la que incluso trascendió su área de origen la Biología y permeó disciplinas como la Neurociencia, la Sociología y la Bio-Semiótica, por nombrar algunas.

La siguiente crítica aborda los aspectos centrales del argumento, resaltando sus fortalezas e indicando puntos interesantes para debatir.

La autopoiesis, unna nueva perspectiva a la vida

El libro nos introduce a un nuevo concepto de la vida que debe sortear varios desafíos que los autores detallan, “Autonomía y diversidad, conservación de la identidad y origen de la variación en el modo como se conserva dicha identidad” (Maturana & Varela, 2004, p.63).

En términos sencillos, cómo un organismo es capaz de diferenciarse en el tiempo en su ambiente, y mantenerse como tal. Tal es esta explicación, que el libro detalla a las máquinas autopoiéticas como “un sistema homeostático que tiene a su propia organización como la variable que mantiene constante” (Maturana & Varela, 2004, p.69).

Para los autores, hay máquinas vivientes y no vivientes, autopoiética y alopoiética. Toda máquina viviente es una máquina autopoiética, ergo “la noción de autopoiesis es necesaria y suficiente para caracterizar la organización de los sistemas vivos” (Maturana & Varela, 2004, p.73).

Así entonces, los autores nos dicen que:

Una máquina autopoiética (viviente) es una máquina organizada como un sistema de procesos de producción de componentes concatenados de tal manera que producen componentes que:

  1. generan los procesos (relaciones) de producción que los producen a través de sus continuas interacciones y transformaciones, y

  2. constituyen a la máquina como una unidad en el espacio físico. (Maturana & Varela, 2004, p.69)

Con esta sencilla idea, los autores vuelcan la perspectiva hacia “eso que está vivo”.

El alcance de su argumento tiene varias implicaciones y declaran que una organización viviente es:

  1. Autónoma: Todos los cambios y transformaciones por las que pueden pasar, son dictadas por la propia unidad, y no están acopladas a lo externo.
  2. Individuales: Los sistemas autopoiéticos tienen una identidad que no puede ser descrita desde un dominio externo distinto al propio.
  3. Son unidades por su propia constitución autopoiética: El proceso constante de auto-generación es lo que les permite mantenerse como unidades distinguibles en el espacio físico.
  4. Son sistemas cerrados: No existen entradas ni salidas en los sistemas autopoiéticos. Contrario al concepto de información del programa Darwiniano, la diferencia radica que el sistema ante perturbaciones de su hábitat, experimentará cambios internos para mantener su carácter unitario. (Maturana & Varela, 2004, p.71)

Autonomía

Pensemos en el conocimiento. Podríamos considerar que de alguna forma el mundo exterior es una entrada para nuestro sistema cognitivo: nuestra percepción recibe información y hace algo con ella, mi cuerpo tiene los mecanismos para sudar si la temperatura de mi cuerpo aumenta por ejemplo.

Pero el término autonomía sugiere que lo vivo es un sistema cerrado, debe serlo para ser una unidad, y para serlo necesita hacer modificaciones a su organización procedural en pro de seguir viviendo. Por lo que cualquier cambio que una unidad viva experimente, es generación de la misma, de ahí que la homeostasis de un sistema vivo, busca la vida como su variable a mantener.

Diversidad

Por lo anterior, la diversidad corresponde a cómo las máquinas auto-generaron sus condiciones para mantenerse con vida en un entorno cambiante. La atención cambia a cómo las especies se auto-generan en su medio, no cómo el medio influye sobre ellas, cuántas logran el equilibrio de vivir y no cuales son seleccionadas naturalmente. Si volvemos al primer concepto introducido en esta crítica sobre la vida: “Nacer, crecer, reproducirse y morir” podemos ver estos fenómenos como momentos posibles en la vida de una máquina autopoiética. Pero no constituyen a la vida en sí. Ninguno de estos fenómenos biológicos puede ocurrir sin la vida.

Sobre el apéndice

El libro nos presenta un apéndice para ilustrar un ejemplo sobre el Sistema Nervioso como sistema autopoiético. Uno de los puntos más interesantes, plantea que el sistema nervioso es una intrincada red auto-generada para cambiar y sufrir modificaciones respecto a su entorno. Nos propone que el conocimiento, es corporizar una modificación del sistema nervioso como aprendizaje, poniéndolo en los siguientes términos:

“El aprendizaje como un fenómeno de transformación del sistema nervioso asociado a un cambio conductual que tiene lugar bajo mantención de la autopoiesis, ocurre debido al continuo acoplamiento entre la fenomenología estado-determinada del sistema nervioso y la fenomenología estado-determinada del ambiente.”

(Maturana & Varela, 2004, p.130)

Esta propuesta es muy interesante, en campos como Filosofía del Conocimiento, Filosofía de la Afectividad y muchas más, disciplinas donde el acercamiento a la cognición humana tiene la implicancia de la auto-generación, la corporización del conocimiento es una propuesta que nutre un interesante debate, y se perfila compatible con fenómenos cómo la alucinación de nuestra realidad, la propia experiencia consciente, y ciertas implicancias entre vida y mente.

Sobre Máquinas y Seres Vivos

Este libro nos propone un concepto unificador para la Biología. Tal como lo dice en su introducción: “La descripción, la invención y la manipulación de unidades está en la base de toda indagación científica.” (Maturana & Varela, 2004, p.63). Bajo la idea de la autopoiesis, se ha formado un programa de investigación vigente hasta, pero que no logra asentarse del todo en su rama materna, la Biología. Por un lado, la autopoiesis parece proponer una suerte de ley universal, más que satisfacer una dimensión metodológica del quehacer investigativo. Además a cambio de este argumento innovador, el libro exige paciencia. El intrincado lenguaje, que aparenta ser circular a veces, trae a confusión, e incluso el argumento principal sobre la autopoiesis ha tenido que ajustarse en el tiempo para satisfacer de mejor forma las críticas formuladas. Quizás esto mismo es lo que no le permite llegar asentarse en la propia Biología. Una extensión interesante a la curiosa vigencia del programa autopoietico en otras áreas y no la biología, el autor sugiere que “parte del problema radica en el errado supuesto de que el programa autopoiético es una alternativa que hace frente a, y es incompatible e irreconciliable con, el ampliamente aceptado programa darwiniano” (Frick, 2013, p.158). Obra en la cual se propone una visión integradora de estos programas. En otro ámbito, dado que las máquinas vivientes son sistemas cerrados, y considerando el ejemplo sobre el aprender y su corporización, cualquier característica emergente, como el conocimiento, está supeditado al mismo sistema, por lo que se haya determinado por su composición o su autopoiesis. Esto presenta un punto interesante del debate donde poder estresar las premisas del programa de investigación. ¿Es un sistema completamente cerrado, o lo es parcialmente? Aún más allá de todo el debate que ha generado la autopoiesis, surge como un programa de investigación interesante para obtener una perspectiva de lo vivo, y estudiarlo en consecuencia.

Luhmann y la Sociedad

Luhmann, un destacado Sociologo Alemán, nacido en 1927 y reconocido por la formulación de la teoría general de los sistemas sociales, propone en su obra “La sociedad de la sociedad” de 1997 como tesis principal que la sociedad es un sistema complejo y autorreferencial que se autorregula y se autodetermina a través de la comunicación. Lo que implica que:

i) La sociedad se produce a sí misma y no depende en gran medida de factores externos para su funcionamiento.

ii) La sociedad se compone de diversos subsistemas, como el sistema legal, el sistema educativo, el sistema económico, etc. que operan de manera autónoma y se comunican entre sí.

iii) Cada uno de estos subsistemas cumple una función específica en la sociedad y se autorregula. En términos generales su argumento resuena bastante con la autopoiesis, y para Luhmann todo puede ser un sistema (sistema social, sistema biológico).

Por ejemplo, si una organización social como la Universidad, cambia sus profesores, cambia su sede, lo que permanece intacto es su operativa, el educar. Tal como en lo vivo, lo es el vivir. Esta interesante relación es una de las muchas que existen, un interesante acercamiento que acontece de un problema similar al programa autopoiético, carece de la metodología en facetas investigativas.

Conclusión

Tras más de cinco décadas, ‘De máquinas y seres vivos’ de Maturana y Varela continúa siendo una obra fundamental, aportando una perspectiva innovadora sobre la vida a través del concepto de autopoiesis. Esta obra no solo ha catalizado un nuevo enfoque en la biología y la filosofía, sino que también ha impactado profundamente en campos como las ciencias cognitivas, la teoría del conocimiento y la sociología. A pesar de enfrentar críticas y desafíos, ha establecido un marco de investigación influyente, contribuyendo significativamente al desarrollo de teorías y prácticas en una variedad de disciplinas Así, ‘De máquinas y seres vivos’ nos invita a contemplar la vida desde una nueva perspectiva, revelando la belleza en la esencia de lo viviente.

Referencias

Maturana, H. R., & Varela, F. (2004). De máquinas y seres vivos: autopoiesis : la organización de lo vivo. Editorial Universitaria, Grupo Editorial Lumen.

Frick, R. (2013). Autopoiesis y evolución: encuentros y desencuentros entre el programa autopoiético y el programa darwiniano.

Ramos Zincke, C. (2012). El ensamblaje de ciencia social y sociedad: Conocimiento científico , gobiernos de las conductas y producción de lo social. Ediciones Universidad Alberto Hurtado.